Dicen que la vida es eso que pasa entre Sonorama y Sonorama. Si no lo conocéis, este es el momento. Aparte de música, en Aranda podéis zamparos un buen cordero o un lechazo, catar los mejores vinos de Ribera de Duero, o Rueda (si sois de blanco) y descubrir el “buenrollismo” latente las 24 horas intensas que dura cada día en este pueblo de la provincia de Burgos.
http://sonorama-aranda.com/
Con los estragos de la Segunda Guerra Mundial todavía latentes, la capital escocesa optó por invitar a artistas e intérpretes procedentes de todos los lugares del mundo para crear un espacio donde se festejasen la vida y las artes, sin importar la nacionalidad.
Antes de que el Brexit haga estragos y necesitemos un pasaporte para cruzar el Canal de La Mancha, podemos aprovechar este mes de agosto y celebrar el Bank Day con grupos de la talla de Foals, Chvrches, Disclosure, Red hot Chili Peppers, Slaves, Frank Turner, Two door cinema Club, Haim, Crystal Castles… y hasta 200 bandas de las islas, menos conocidas por estos lares, en 3 días apasionantes, que, sin duda, os harán desconcectar de rutinas, monotonías y los agobios que hayáis acumulado durante todo el año.
Ya que los holandeses nos invaden en verano, habrá que devolverles la visita y huir del calor de la península con un festival de música a la antigua usanza, con coronas de flores, ponchos y olor a camping, que se celebra en Flevolanda, que no se limita a la música de grupos como Muse, Disclosure, Sigur Ros, Warpaint o The Avalanches, sino que os permitirá descubrir la emergente música de los Países Bajos e inmiscuiros en otras artes como la literatura, la danza o el teatro.
“The island of freedom” es el eslogan de este festival de música diferente que se celebra en Hungría y que dura una semana entera. Dicen que, después del de Glastondbury este es el mejor festival de Europa y, como muestra, un botón: la extraña mezcla de su programación que va desde Fidlar, Noel Gallaguer, Sum 41, Bastille o Kaiser Chiefs, a gente un poco menos “indie” como David Ghetta, Rihanna, Sia o Manu Chao.
Si lo vuestro es el romanticismo, y tenéis presupuesto, quizá esta sea una buena oportunidad para conocer la ciudad del amor: París. Y si los macarons, el Louvre, la tumba de Jim Morrison y la Torre Eiffel no son argumentos suficientes para llamar vuestra atención, echarle un ojo al programa del Rock Seine y quizá L7, Iggy Pop, Massive attack, The Shins, La Femme, Kevin Morby o Anderson Paak acaben de ratificar que el 2016 es el año perfecto para conocer los encantos de la capital gala y sus alrededores
Si echáis de menos a Heidi, o tenéis que ir a mirar como están vuestras cuentas en Suiza, os recomendamos que, aprovechando el viaje, os paséis por Zurich, la ciudad con mayor calidad de vida del mundo y descubráis el poder de la neutralidad en la plaza Paradeplatz y las famosas calles Bahnhofstrasse y Rennweg mientras catáis las esencias milagrosas de escuchar a The Last Shadow Puppets, Die Antwoord, Bloc Party, Digitalism, Booka Shade, Yoko, Bilderbuch, Amy Mc Donald o Editors.
Dicen que uno de los mejores sitios para pasar un verano es la República Checa. Nosotros podemos dar fe, aunque lejos de ser previsibles y ofreceros las bondades de Praga, os vamos a proponer un rinconcito, algo más apartado, llamado Trutnoff en el que se mezcla el verde de la naturaleza de los bosques centroeuropeos, la, siempre curiosa, arquitectura checa y conciertos intensos de grupos como Soulfly, Parov Stelar, Jake Bugg, Skunk Anansie, Red o Fear Factory.
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